Las instituciones europeas deberían redactar una ley que obligue a los restaurantes, hospitales y empresas de enseñanza pública a tener siempre una opción vegetariana en su menú.

Las necesidades de los pacientes deben ser el elemento central de la asistencia sanitaria digital. Si bien tanto se está digitalizando, en lo que respecta a la asistencia sanitaria, el acceso digital se está quedando rezagado. La pandemia ha captado la asistencia sanitaria digital en la sociedad, pero los pacientes jóvenes con una enfermedad crónica deben ver implementada la digitalización para facilitar y mejorar el acceso a la asistencia.

El futuro de la asistencia sanitaria en Europa debe incluir consultas en vídeo con los mejores médicos a través de las fronteras nacionales, historiales médicos digitales y recetas electrónicas a escala de la UE, a fin de mejorar los viajes y la calidad de vida. 

Necesitamos un registro europeo de enfermedades, para saber dónde aparecen las enfermedades, quién se ve afectado y qué tratamientos son más eficaces. Muchos pacientes desconocen la tasa de supervivencia de determinadas enfermedades o si determinados tratamientos entrañan riesgos que podrían poner en peligro su salud de otras maneras.

De este modo, los jóvenes pueden sentirse seguros para trabajar y viajar a través de las fronteras a sabiendas de que su asistencia sanitaria sigue siendo accesible.

También es fundamental que la asistencia digital no sustituya a los cuidados presenciales y no deje atrás a quienes necesitan una cita física.

Debe garantizarse a todos los ciudadanos un nivel mínimo de asistencia sanitaria, independientemente de los ingresos o del pasaporte de la UE. Tenemos que garantizar:

• fijación de precios justos y normalizados para las drogas en toda Europa
• igualdad de acceso a tratamientos innovadores y medicamentos que salvan vidas
• tiempos de espera similares para las operaciones y procedimientos
• cuidados de seguimiento de la COVID-19 equitativos y justos para todas las personas que hayan contraído la enfermedad

Ha sido un año de turbulencias para nuestros sistemas sanitarios en el contexto de la pandemia de COVID-19. ¿No sería una gran fuente de resiliencia mantener a los Estados miembros de la UE a un determinado nivel de asistencia sanitaria y ayudar a financiarlo en toda la región en caso de futuros brotes de virus? La UE necesita un sistema sanitario universal con un presupuesto compartido, al que contribuyan todos los Estados miembros. Este presupuesto debería garantizar la igualdad de salarios para los trabajadores sanitarios y un nivel equivalente de asistencia para todos los ciudadanos europeos.

Legalizar el suicidio asistido en toda la UE.

Un número significativo de estudios de investigación científica y social subrayan la importancia de la educación sexual en la enseñanza secundaria. Los jóvenes adolescentes necesitan información práctica y objetiva.

En algunas comunidades, las cuestiones relacionadas con la sexualidad son tabú y las personas no las debaten en hogares, escuelas y centros. Ahora, como consecuencia de ello, los adolescentes corren el riesgo de sufrir infecciones de transmisión sexual, enfermedades mentales y problemas de salud crónicos, así como de discriminación LGBTQ y acoso escolar.

Uno de los retos en este ámbito es la falta de profesores que posean los conocimientos y la formación necesarios para distribuir información adecuada y correcta sobre la salud sexual y reproductiva. Entre los obstáculos adicionales figuran la oposición de los líderes culturales y religiosos, así como la ausencia de educación sexual y reproductiva en general, tanto a escala local como de la UE.

Unificemos y proporcionemos a los profesores la información adecuada, respaldada por científicos y especialistas en salud, como punto de partida.

Debemos legalizar el cannabis en todos los Estados miembros de la Unión Europea. Esto pondrá fin a la delincuencia organizada y a las mafias y aumentará los ingresos y el empleo.

Además, las empresas de alcohol y tabaco deben rendir cuentas. Aunque el alcohol y el tabaco son mucho más peligrosos que el cannabis, es legal desde hace muchos años. Debe exigirse a las empresas que devuelvan al sistema sanitario para compensar las enfermedades a las que contribuyen.

Todo el mundo es diferente y debemos permitir que prospere este tipo de diversidad. La financiación del deporte estandarizado en las escuelas debería desviarse para financiar clubes deportivos en los que todos puedan practicar el deporte que elijan. En cuanto a los adultos, la financiación podría destinarse a subvencionar entrenadores y ligas aficionados.

En particular, los más desfavorecidos luchan especialmente en invierno: Una gran parte de las viviendas, especialmente en los Estados miembros situados en el sur de Europa, no están preparadas para resistir el clima más frío, y muchas personas carecen de los recursos financieros necesarios para calentar adecuadamente sus hogares y no reciben ninguna ayuda financiera del Gobierno. Por lo tanto, para que todos los ciudadanos puedan llevar una vida sana y apoyar el bienestar de la población, es importante que la Unión Europea, así como los gobiernos nacionales y regionales, tengan en cuenta los problemas que aparecen especialmente en invierno y ayuden a los afectados por ellos.

Una política más liberal en materia de drogas puede ayudar a resolver los problemas relacionados con la droga. Cuando se permiten sustancias, los ciudadanos tienen más probabilidades de utilizarlas de forma responsable. Además, dado que las sustancias se venderían en tiendas legales en lugar de a través de redes subterráneas ilegales, sería más fácil restringir el acceso de los menores a las drogas. 

• Los jóvenes pueden aprender a adoptar un estilo de vida saludable a través de la cocina, lo que podría ser una forma eficaz de luchar contra la «pandemia de obesidad».
• Los jóvenes pueden aprender más sobre las distintas cocina de toda Europa
• Las personas mayores pueden enseñar estos cursos, de manera que se preserven las recetas y herencias tradicionales
• Esto forjaría el diálogo intergeneracional y abordaría la cuestión de la soledad de las personas mayores.

Necesitamos más educación sobre los derechos humanos en el ámbito de la medicina: hay demasiados profesionales de la salud que se niegan a cuidar de los pacientes LGBT + y violan los derechos de las mujeres en el período posnatal con malas prácticas como el «marido», un elemento adicional después del parto innecesario desde el punto de vista médico. Además, un número significativo de profesionales de la salud siguen rechazando el derecho al aborto o a los anticonceptivos. 

Regular y unificar la prevención y el acceso al tratamiento de las formas de cáncer mortales pero tratables, ya que algunos países tienen tasas de supervivencia significativamente inferiores a las de otros en toda la UE. Teniendo acceso a un mercado abierto de soluciones médicas, podemos hacer frente a estas enfermedades mortales.

Promover la medicina alternativa, como la acupuntura y la homeopatía.

Debemos estar cada vez más preocupados por el efecto del cambio climático en nuestros órganos. La crisis climática ha provocado inundaciones catastróficas, olas de calor y sequías en toda Europa, y ha ampliado las temporadas de polen. Las pruebas muestran que estos peligros climáticos provocan un empeoramiento de los síntomas de la enfermedad, problemas de movilidad y un aumento de la ingesta de medicamentos.

La calidad de vida es un debate crucial sobre la salud y debe formar parte de los debates sobre el clima a escala de la UE.

Existe una falta de concienciación sobre los retos a los que se enfrentan los jóvenes cuando viven con enfermedades o afecciones crónicas en las escuelas, los lugares de trabajo y las sociedades. Esto crea exclusión social; pero hay una solución. Los pacientes jóvenes no pueden participar en las mismas actividades e iniciativas formalizadas por la UE, en espacios verdes, en transporte, en escuelas y en acontecimientos importantes.

Queremos que la UE adopte un enfoque de «salud en todas las políticas» con respecto a la legislación, a fin de mejorar la calidad de vida de los jóvenes con enfermedades crónicas, al tiempo que se siguen abordando cuestiones en el marco de la política medioambiental, la economía, la cultura, etc.